Diario de Sesiones

jueves, 13 de octubre de 2016

A favor / En contra del profesor de apoyo en el aula



La reflexión grupal que llevamos a cabo tras el debate a favor/en contra del profesorado de apoyo en el aula es la siguiente; como grupo tuvimos que defender la postura en contra de que hubiera profesorado de apoyo dentro del aula para reforzar al alumnado con alguna necesidad de aprendizaje. Hemos de decir, que nos resultó complicado defender y argumentar una postura con la que no estamos de acuerdo, pero que finalmente supimos destacar aspectos para debatir y argumentos para defenderla.

En primer lugar, los argumentos que dimos para defender que no hubiera profesorado de apoyo que entrara en el aula fueron; tanto la imagen y repercusión que esa acción tiene dentro de la clase, ya que el alumnado observa que cierto alumno/a está siendo tratado de diferente manera y por ello puede ser acusado/as o marginado/a, como la imagen negativa que el propio/a niño/a crea al ver que recibe un trato diferente al resto de sus compañeros/as.

También defendimos la falta de tiempo en organización y recursos para poner en práctica sesiones dentro del aula con dos profesores/as, por no mencionar que algunos profesores/as pueden no estar de acuerdo en que dentro de su aula haya otro profesor/a y con el que tengan que trabajar conjuntamente y respetar sus proyectos particulares.

Además, el material que se trabaja dentro del aula no debería ser un elemento utilizado por el profesorado de apoyo fuera de la programación de aula que se lleva a cabo por parte del profesor/a. Por lo que los alumnos/as que trabajen con el profesorado de apoyo necesitarían material didáctico específico.

Por motivos como la programación, las diferencias, la falta de recursos, el tiempo, los docentes, las necesidades del alumnado, la repercusión personal y grupal, etc. que se supone que no estamos de acuerdo en que entre al aula un profesorado de apoyo.

En contra de esto, argumentaron mis compañeros/as, que sí creían que debía haber profesorado de apoyo dentro del aula, porque este apoyo no sólo lo recibe el alumnado con NEE, sino que todos ellos/ellas se benefician de este refuerzo. Además, aquellos/as que no quieren salir fuera del aula para recibir apoyo y sentirse diferentes al resto del grupo por trabajar diferentes contenidos y con otro material, defienden que estando todos/as dentro del aula se pueden apoyar mutuamente y enriquecerse personalmente. 

Respecto a los/las profesores/as, subrayan que se debe tener actitud positiva ante las necesidades dentro del aula, y que el profesorado deben propiciar un buen clima de trabajo y una actitud inclusiva, y están seguros de que el/la docente de aula y el profesorado de apoyo pueden conseguir un objetivo común en la misma.

En definitiva, estamos de acuerdo ambas posturas de que económicamente es inviable, que la legislación no favorece este apoyo educativo, que debemos contar con el apoyo de las familias, y que condiciona mucho la política del centro. Pero también estamos de acuerdo en que el cambio es necesario, y que la educación y la sociedad debe luchar por un futuro en que no existan diferencias.

Todo esto, teniendo en cuenta que es difícil cambiar la manera de pensar, ya que venimos de un sistema educativo de integración, y para ello necesitamos formarnos como docentes y colaborar con las familias para que este cambio sea posible en un futuro, pero no por ser difícil pensamos que no se pueda lograr. Es más, todo el equipo pensamos en ello, e intentaremos en un futuro, cuando seamos docentes, que la inclusión sea posible, y que no sólo en los centros escolares se lleve a cabo sino que debemos concienciar a todo el mundo que la Inclusión es un derecho y debemos luchar por ello.

Hemos comprendido que la educación es un derecho, al igual que el derecho a la igualdad, a la no discriminación, a la igualdad de oportunidades, etc., y que aunque sea una utopía tenemos que intentar llegar a ella.


Por ello decimos: ¡INCLUSIÓN SÍ!


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